SI QUIERES EDUCAR BIEN A TU HIJO ...

PROTÉGELO, no lo cubras
ABRÍGALO, no lo tapes
AYÚDALO, no lo reemplaces
ÁMALO, no lo idolatres
ACOMPÁÑALO, no lo lleves
INCORPÓRALO, no lo aisles
MUESTRALE EL PELIGRO, no lo aterrorices
ALIÉNTALO EN SUS ESPERANZAs, no lo desencantes
NO LE EXIJAS SER EL MEJOR, pídele que sea bueno
NO LE PRODIGUES AMOR, dale amor
NO LO MANDES A ESTUDIAR, prepárale el clima de estudio
NO LE FABRIQUES UN CASTILLO, vivan todos con naturalidad
NO LE ENSEÑES A "SER", ayúdalo para que sea "él" mismo
NO LE DEDIQUES LA VIDA, vive la vida con él.

EDUCAR

Educar es lo mismo
que poner motor a una barca…
hay que medir, pesar, equilibrar…
…y poner todo en marcha.
Para eso,
uno tiene que llevar en el alma
un poco de marino…
un poco de pirata…
un poco de poeta…
y un kilo y medio de paciencia
concentrada.
Pero es consolador soñar
mientras uno trabaja,
que ese barco, ese niño
irá muy lejos por el agua.
Soñar que ese navío
llevará nuestra carga de palabras
hacia puertos distantes,
hacia islas lejanas.
Soñar que cuando un día
esté durmiendo nuestra propia barca,
en barcos nuevos seguirá
nuestra bandera
enarbolada.
Gabriel Celaya

lunes, 26 de mayo de 2014

¿A qué sabe la luna?


   Como actividad final del proyecto sobre la luna que hemos estado trabajando durante el curso, un grupo de mamás de la clase de cinco años preparó la escenificación del cuento " ¿A qué sabe la luna? " de Michael Grejniec.
Después todos probaron un trocito de luna y dijeron a que les sabía.... a algunos les sabia a chocolate,  a otros a queso o a vainilla y a alguno hasta a macarrones... lo que está claro es que a cada uno le sabe a aquello que más le gusta ... como en el cuento.